Soy la chica mala de la historia
la que juega
debajo de tu cama y te muerde con lengua pintada
llena de ironía
cubriéndote con palabras religiosas y mugrientas
sabor a monstruo enloquecido, desesperada por quererte tanto
como la última vez que nos vimos debajo de la luna negra
bañada de tristeza como aquel gato blanco
abandonado en la vieja esquina donde
rompiste en llanto el verdadero secreto
maldecido por nosotros dos.